En esta obra, la flauta se mezcla con sonidos de objetos dispuestos en el escenario, cuya vibración es inducida electromecánicamente a través de transductores controlados por computadora. Los objetos en cuestión son una serie de muestras de piedra (losetas) que deben seleccionarse en función de sus cualidades resonantes, buscando coincidencias entre la tesitura de la flauta y las frecuencias de resonancia natural de cada piedra. El trabajo de investigación de esta pieza culminó en la instalación sonora Muro, que explora a mayor detalle las cualidades resonantes de losetas de cerámica y porcelanato.